- En 2004, los trabajadores que no llegaban al salario mínimo representaban el 6% de todos los ocupados y a finales de 2009 ya superaba el 10%.
- Las rentas bajas suman más de un millón de trabajadores en cinco años mientras las que superan el salario más frecuente se reducen en 1,8 millones en ese mismo periodo.
SERGIO BARBEIRA | xornal.com | 29/08/2011
Los españoles son cada vez más pobres. Hay diversos estudios sobre la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores españoles, aunque los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) acerca del salario mínimo interprofesional (SMI) son un termómetro de cómo ha evolucionado la capacidad de compra de los ciudadanos en los últimos años. Desde 2004 el empobrecimiento no ha parado de aumentar, ya que la proporción de trabajadores que cobran del salario mínimo (8.736 euros en 2009) para abajo ha pasado del 6% en ese año (1.097.286 personas) al 10,02% (1.864.590 ocupados) en 2009, último año del que se tienen datos oficiales.
Estas cifras reflejan que en los últimos cinco años las personas que ganan por debajo del salario mínimo casi se han duplicado y, a falta de que se conozcan los datos de 2010, todo indica que este colectivo habrá seguido una tendencia al alza, al igual que lo han hecho las familias en las que no entran ingresos, que se acercan a los 1,4 millones en toda España.
Pero el aumento de los ocupados que menos ganan no es la única señal de empobrecimiento. Los trabajadores cuya remuneración es superior a dos veces el SMI (en 2009, casi 17.500 euros, que coincide con el salario que gana casi el 45% de los españoles) representaban en 2004 el 66,5% del total, es decir, 12,2 millones de personas. En 2009 eran 10,4 millones, 1,8 millones menos o, lo que es lo mismo, el 55,8% de los ocupados del Estado. Es decir, las rentas por encima del salario más frecuente se han reducido en casi once puntos porcentuales, lo cual es una caída muy importante en tan poco tiempo. Por el contrario, el segmento de los trabajadores con menos renta (aquellos que cobran dos veces o menos el salario mínimo) pasaron de aglutinar al 39,1% de la población ocupada española al 44,2%, lo que supone un aumento superior al millón de personas.
Según un documento elaborado por UGT (La negociación colectiva y los salarios en España) en 2010, desde 1978 la evolución de los salarios finalmente pactados en los convenios colectivos, una vez tenida en cuenta la aplicación de las cláusulas de garantía salarial, se caracteriza por una "notable moderación", al retroceder el ritmo de su crecimiento desde el 25% en 1997 al 2,4% en 2009, moderación que, según el sindicato, es paralela a la de la inflación, que pasó del 26,4% en 1987 al 1,4% en 1998 y 2008 y una tasa todavía menor, del 0,8% en 2009.
UGT explica que, después de la mejora del poder adquisitivo de los salarios en el año en que se aplicaron los Pactos de la Moncloa, 1978, se distinguen cinco fases: la primera, desde 1979 hasta 1986, en la que disminuyeron los salarios reales; la segunda fase, desde 1987 a 1993, en la que aumentaron esos salarios reales; la tercera, que engloba a 1994 y 1995, en la que vuelven a disminuir los salarios reales; la cuarta, desde 1996 hasta 2007, en la que predominan los aumentos de los salarios reales, pero estos salarios se reducen en varios años (1999, 2000, 2002 y 2007); y, por último, la quinta fase, 2008 y 2009, en la que sigue manteniéndose el aumento de los salarios reales a pesar de la situación de recesión económica y de descenso de la inflación.
El economista de Attac España, Alberto Garzón, explica en un artículo publicado en su página web que desde 1992 hasta antes de la crisis los salarios reales de los españoles bajaron un 7%, una caída que ahora, en su opinión, "ha sido mucho más acentuada".
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